La manzanilla es unos de esos ingredientes que la naturaleza nos regaló para embellecernos. No solo es buena para aclarar el cabello y curar el acné sino también para solucionar otros problemas  comunes de la piel como los siguientes.

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Disipa las arrugas: Prepara té de manzanilla, cúbrelo y mételo a la nevera por varias horas hasta que esté bien frío. Usa el líquido para enjuagar tu rostro y así contraer los músculos de la piel para deshacer las arrugas.

Minimiza las ojeras: Congela las bolsas usadas de té de manzanilla metiéndolas dentro de una bolsa plástica y ponlas sobre las ojeras por 15 minutos. Tus ojeras se van a desinflamar y no se van a notar tan pronunciadas.

Limpia los poros: Hierve varias bolsas de manzanilla en una olla. Cuando esté hirviendo, retírala del fuego y coloca tu cara (con mucho cuidado) sobre el recipiente. Cubre la cabeza con una toalla para que el vapor se concentre en tu rostro y limpie tus poros.

Remueve las células muertas: Abre tres bolsitas de té de manzanilla y usa el contenido para exfoliar tu rostro y eliminar las células muertas de la piel. Remoja las yemas de los dedos y aplica haciendo movimientos circulares.

Aclara la piel: Elimina la manchas del rostro aplicando el té frío sobre las manchas y deja que haga efecto por 15 minutos. Repite este proceso todas las noches por dos semanas para que notes la diferencia.

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