Hay diferentes maneras de medir el éxito. Para algunas mujeres significa ocupar un cargo alto en su campo profesional, para otras, el triunfo se centra en la felicidad de sus hijos o en su desarrollo personal. No se puede negar que el éxito se tiende asociar con el dinero ya que vemos la compensación económica como una validación de dicho logro. Según los expertos en finanzas, millennials es la generación que no va a tener más dinero que sus padres. Uno de los factores que contribuyen a este pronóstico es la deuda estudiantes acumulan al embaucarse en un préstamo estudiantil.

Georgiana Haynes, una millennial emprendedora, se volvió una representante de belleza para AVON cuando cursaba doceavo grado en el colegio. La joven pagó toda su deuda con las ganancias de sus ventas, es una arquitecta tiempo completo y una #BeautyBoss medio tiempo. ¡Conoce su historia para que tú también tomes las riendas de tu futuro.

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La deuda: Con la intención de cubrir los gastos de los exámenes de preparación para entrar a la universidad y pagar la matrícula, Georgiana decidió trabajar para AVON. ¿La ventaja? Como representante de belleza, ella podía vender a su propio ritmo sin necesidad de cumplir un horario de oficina. Ella no sabía que tan exitosa iba a ser su carrera, pero no le faltaba dedicación ni las ganas de sobresalir.

Gracias a las regalías de sus ventas, ella pudo pagar un poquito más de la cantidad mínima sugerida en las tarjetas de crédito. Ella usaba la agencia crediticia para pagar las cuotas del préstamo y cuando se graduó de la universidad quedó debiendo $20,000 dólares. Cansada de su deuda, Georgiana decidió tomar las riendas de su situación económica y se propuso pagar los veinte mil dólares en un par de meses.

La estrategia: Primero que todo, Georgiana diseñó un presupuesto de gastos mensual. Con los números en orden, ella fue amasando más clientes y comenzó a pagar su deuda única y exclusivamente con las ventas. Cada mes fue agradando sus metas y se dio cuenta que podía lograr el éxito con su negocio de AVON.

Su objetivo era volverse económicamente independiente y convertirse en su propia jefa. Georgiana lo logró obedeciendo su límite de gastos. Ella no sabía la carga tan pesada la deuda le representaba hasta que la pagó por completo. Lo pudo hacer gracias a su negocio en casa. Para ella es fácil vender los productos porque cree en ellos. Los usa diariamente y cada vez que alguien le da un piropo ella lo utiliza como una oportunidad de venta.

Beauty Boss y más: Para Georgiana ser una jefa de belleza es sinónimo de “libertad, independencia y empoderamiento”. Ella creció su negocio haciendo lo que muchas mujeres hacemos todos los días, ofreciendo recomendaciones y consejos de belleza. A nosotras nos encanta compartir nuestros productos favoritos con amigas y Georgiana pudo convertir esas “amigas” en clientes. Ella tiene más de 150 representantes en su equipo, todas mujeres con su mismo objetivo, triunfar en una carrera donde ellas tienen todo el control.

La determinación de Georgiana es digna de admiración. Ella es una de los cuatro representantes elegidos en los Estados Unidos para la campaña This is Boss Life. Diseñada para motivar a mujeres a tomar el control de sus finanzas trabajando para una compañía que cree en ellas, la campaña quiere te conviertas en jefa. Georgiana dice que todos sus sacrificios valieron la pena, porque ahora puede ahorrar y planear su futuro sin el constante agobio de la deuda. Ella es una mujer libre, sin cadenas porque es dueña de su propio negocio. Es increíble todo lo que se puede lograr cuando se toman las desiciones correctas. ¿Quién es la jefa de tu vida?

Images by AVON